martes, 15 de noviembre de 2011

Jardines ancianos

Un parque solitario, temprano,
tres bancos, vacíos.
Un gato vagabundo me mira, lame sus patas,
se va.
Se quedan mudos los álamos en la calle desierta.
Sobre el suelo gastado un tímido sol anuncia horas dormidas
en la acera lavada de lluvia.
La vida alimenta la soledad
como hojas de jardines ancianos
donde los colores mueren de olvido.