viernes, 29 de abril de 2011

País de invierno

He agotado la fuerza en la batalla.
Sólo vi un principio, y comencé a andar,
el agua me lastraba.
No termina de llegar el final,
entre las gotas de tierra que rezuma mi miedo
se agazapa un animal perdido.

Mi nombre ya no asusta, cosecha indiferencias
como criatura sin habla.
La voluntad dormita entre sábanas prestadas.

En mi rostro la sal cuartea recuerdos
¿Duele?,
sonidos de vida gritan a través del miedo.
Amargo reguero de sudor en el camino,
su rancio sabor sangra los labios resecos, sin color,
                            en un país de invierno.

Las noches asedian

Las noches asedian horas tras horas
la carcasa de mis restos en el lecho frío.
Frío como el aliento desesperado,
como la voz cautiva.
Vuelvo a levantarme como me postré,
sin respuestas, sin preguntas, sin nada…
vacío.

El sol quizás caliente,
a mí me clava la piel.
La brisa de la mañana arroja vida contra los cristales,
las cortinas permanecen cerradas,
hace tiempo que se callaron humildes en su atadura.
Cortinas cansadas de mirar la luz
lavan su pátina de tristeza
en la penumbra de una soledad inacabada.
Unas cortinas somnolientas de hastío
rutinario que cicla callando silencios

El alba rasga  los escalones húmedos del sueño,
las horas vírgenes se cuelan
entre la descosida mortuoria de mi hábito.
Gotas de luz en los párpados del alba,
no me reconozco en el rostro oxidado que habita tras el cristal.
Llegará mi muerte con la voz desnuda
inundando de palabras su sendero,
y excavará un túnel en el alma donde se confundan latidos y dolor.

Llegará como dormida buscando descanso
sin conocer dirección ni hogar,
grabando en mi habitación un eco entumecido,
un cálamo macilento que abrirá mis venas
y recogerá sediento lágrimas antiguas
con olor de sudor, años, sueños y vigilia.

martes, 19 de abril de 2011

Como mentiras

 






  



Como cuelga el fruto de su árbol,
la memoria hace eco
cuando abre la herida, y sangra.
La existencia mística del cuerpo
abraza entre las voces dormidas
aquella que una última vez cantó,
y deja una huella donde la arena
duele como mentiras.

lunes, 18 de abril de 2011

Hoy




Hoy he prestado mi voz,
está en manos de los que no hablan
porque los silenciaron,
está en brazos de los que no duermen
porque no tienen donde,
...está en labios de los que no lloran
porque ya lloraron...

Hoy mi voz habla cansada, dolida, humillada,
agotada, hambrienta, sedienta,
oprimida, perdida, azotada,
asustada, sepultada, ignorada...
Hoy mi voz dice ¡Basta!,
y no calla.

martes, 12 de abril de 2011

Regreso


Esta mañana miraba un cielo distinto,
de un gris cenizo que lloraba tristeza.
Quiero cambiar palabras.

Pretendo ser bajo la nueva arboleda
el último sendero que cruce mi vida.
Regreso a casa.
Nutre las calles mi eco gastado
de pisadas sobre el barro sediento.