jueves, 19 de abril de 2012

Donde voz y alma otros consumieron

Es agradable sentir que te cogen de la mano
y te conducen con sonrisas a un lugar desconocido
mientras el rostro te miran.
Agrada sentir el calor de otra mano,
sus latidos agitados, el cálido sudor,
mientras su cuerpo va abriendo camino.
Y esa mano te busca, aún en la noche, entre otra gente,
tanteando,
y no te importa a dónde te lleve...

Bienvenidos al lecho donde llantea
manos vacías de sudor
enjugadas en la arena.
Bienvenidos al cuerpo amargo donde dioses cobijados
formulan su presencia.
Bienvenidos al desierto que entrega su collar de espina
en la garganta apenas usada,
allí donde voz y alma otros consumieron

domingo, 15 de abril de 2012

Si nadie me preguntara



Si nadie me preguntara podría disfrazar mis palabras.
Sellaría mis palabras con la alquimia de la indiferencia,
pensaría que existe en el jardín que olvido,
encontraría el escaparate donde asomarme
en la idea de una infancia eterna.

lunes, 9 de abril de 2012

Estas sombras

A veces pienso que camino detrás de mi propio cuerpo, 
alguien que aferra su vida
y la amarra sobre el cemento gris y desolado
de una calle sedienta, 
que empujo restos deshilados
forjando de antiguo la blanca mirada de la infancia.

Estas sombras me acompañan
cuando los ojos por cansados se me cierran
como las manos de un ciego que arrancan la verdad.
He aprendido a no mirarme,
el hombre cogido en su red avanza más despacio.

Un hueco donde roer

Y en la habitación me encuentro,
con la mirada caída,
fija en el espejo que me desnuda,
¿quién eres?, ¿acaso un tiempo que no conozco
y se pasea indolente ante mi cuerpo vacío?,
¿o acaso aquel que espera encontrarse en cada respuesta?.
Mis manos piden,
arrastran preguntas mordidas como ancianos,
tan finas e hirientes que cortan toda verdad
apenas encuentra un hueco donde roer.