jueves, 5 de mayo de 2011

Ventana

Tan sólo puedo mirar por una ventana
con el alma alquilada en silencio,
silencio de viento blanco,
silencio de manos huecas.
El corazón como un viejo mendigo
limosnea sobras de afecto
que caliente su vacío.

El reloj muerde mi nombre
con la paciencia de quien se sabe ya ganador,
el ansiado refugio del olvido no acude a mi llamada,
y cansado busco las astillas que me mantienen despierto.
No consigo desprenderlas.

La aurora ya nace negra en mis pupilas.
Un ángel abandonado arrastra sus pies por mi sendero
como queriendo que yo le siga,
sin saber que mis lágrimas son anclas en la tierra.
Recojo sus plumas del seco barro.
No dan vuelo a mi espíritu.
Las heridas no cicatrizan con miedo.

1 comentario:

  1. Poeta, te sigo desde la página de mi amiga Mercedes y realmente siempre me sorprendes gratamente. Tienes un enorme talento y no quiero que creas que yo tengo el secreto de los alquimistas, pero, de veras que me gusta lo que escribes. He podido leer mucho por estos lares y hay de todo, como en el mercado de un pueblo. Sigue con tu esencia limpia y sincera. Mis felicitaciones a tu trabajo IMPECABLE y con mucho talento.

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