martes, 1 de febrero de 2011

Traición


Traición,
los espejos se quiebran en mis manos,
las máscaras se caen.
La luz difusa de la mañana
desnuda su melancolía de miedo y llanto
sobre el pecho hundido, sobre el pecho astillado de la razón.

Traición,
la voz rompe el alba
como el último lamento del desdichado.
Voces de herrumbre y orín asoman sus fauces
jugando en la ceniza el tiempo.
Astutas alimañas, ataviadas con el cetro de la locura,
desmadejan la virginidad del lecho
sellando sus huesos de atávicas beldades.

Traición... Locura... Razón....
El cordel de mentiras cercena mi cuello
con el deleite de unos dedos artesanos
que descorren las cortinas de mi mente
inundando mis pupilas del dulce sabor de la luz.
Las horas no acaban de ahogarse en su laguna de misterio
mientras mi alma en el cristal de la soledad ya se ha enfriado.

2 comentarios:

  1. Es hermoso, me recuerda a algo que sucedió en el país de espejos que tu y yo visitabamos de vez en cuando. beso, beso

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