jueves, 3 de marzo de 2011

Bruma de nostalgia



Recuerdo un juego en la infancia
donde todos corríamos a escondernos
mientras nos buscaban en silencio.
Los años pasaron en el olvido, y los huesos me crujen,
hoy, que la espina de la vida ha marcado
de nuevo mis ojos de sal,
no dejo de preguntarme ante la mirada del espejo,
¿puede un hombre cansado abrir un nuevo día?.

Recortes de pintura en la vieja madera
asoman como recuerdo de otras miradas,
otras manos que aferraron su dolor
en las astillas inmanentes del pasado.
Me acerco a la ventana de mi infancia
y el cristal me devuelve una bruma de nostalgia.

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